Cómo vencer la pereza: la técnica Pomodoro

 
Siempre digo que lo más importante a la hora de escribir es la disciplina. Muchos os quejáis de la falta de tiempo, de inspiración, de que los astros no estén alineados... ¡A veces parece que cualquier excusa es buena para no escribir! Yo suelo trabajar con la técnica Pomodoro, que viene fenomenal para apartar la pereza a un lado y ponerse a trabajar. También viene muy bien para todos aquellos que tengáis exámenes en este mes que entra, de hecho, a pesar de que yo hacía algo parecido a esta técnica desde hacía años, fue gracias a una profesora (qué alegría que existan profesoras maravillosas que hacen bien su trabajo y que consiguen que los alumnos disfruten aprendiendo) que descubrí el libro The Pomodoro Technique y perfilé mis hábitos de trabajo.
 
Os resumo la técnica. Consiste en trabajar en periodos de 25 minutos. Ni más ni menos, 25 minutos. ¡Eso es fácil! ¿Quién puede ser tan vago de no estar concentrado ese periodo de tiempo? Eso sí, tenemos que estar al 100%, sin Facebook ni Whatsapp ni distracciones varias. Da igual que el perro te esté poniendo caritas o que se esté incendiando la cocina. Los 25 minutos de concentración son sagrados. Tras cada bloque de 25 minutos, nos tomamos 5 minutos de descanso (¡Bieeeeen!), el momento ideal para ir al baño, comer algo o regar las plantas. Y por cada 4 bloques, nos tomamos un descanso más largo de 20 minutos (aquí ya, puedes sacar al perro tranquilamente). ¡Parece una tontería pero funciona tan bien!
 
El nombre viene porque su autor, Francesco Cirillo, medía estos bloques de 25 minutos con un reloj de cocina en forma de tomate (pomodoro). A día de hoy hay incluso aplicaciones de móvil que te "supervisan" la gestión de la técnica. Lo importante es no trabajar más de esta cantidad de tiempo para no saturarnos ni dispersarnos, disfrutar de las pausas y de ir comprobando como, poco a poco, ser disciplinado no cuesta tanto. ¡Mucho ánimo!

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