¿Debes avergonzarte de leer o escribir Young Adult?

 
Acabo de leer un artículo con el que no puedo estar más en desacuerdo. Básicamente dice que la literatura para adolescentes (conocida como Young Adult o YA) es sólo para adolescentes y que los adultos deberíamos de estar avergonzados de leer este tipo de libros. Lo maravilloso de este tipo de literatura, creo yo, es que llega a todo tipo de lectores porque en el fondo todos tenemos un quinceañero dentro, deseando leer historias de jóvenes que despiertan a la vida, que tratan de la amistad, de la pérdida, de tomar decisiones, de hacerse mayor... ¿Cómo puede una obra que trata temas atemporales ser recomendada sólo para una cierta edad? No sólo no hay que avergonzarse y/o menospreciar este tipo de literatura (¿en mayúsculas o en minúsculas?) sino que incluso los escritores podemos aprender mucho de ella. En esta profesión hay que permanecer con los ojos bien abiertos para sacar el máximo jugo de cada lección. Obras como What I was de Meg Rosoff (una de mis novelas favoritas), La Lección de August (Wonder) de R.J Palacios, Algún Día este Dolor te Será Útil de Peter Cameron son magníficos ejemplos de cómo se ha de mimar lo que uno escribe.
 
A pesar de que Rottenmeier vaya destinada a un público más adulto, mis próximas novelas Riku desde los Infiernos (que se publica dentro de nada y menos, ya lo sabéis) y Los Dones de Acracia (para la que aún estoy buscando agente o editor) sí se pueden catalogar como Young Adult. Como autor, no creo que sean obras menores dentro de mi carrera, más bien todo lo contrario. No me parece adecuado que los medios fomenten este tipo de prejuicios literarios, deberían fomentar los beneficios de la lectura entre aquellas personas que piensan que leer no sirve para nada.

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